Podemos resumir que los fundamentos del Reiki para el Maestro Usui son meditación, estilo de vida y mucha práctica del Reiki. La meditación es una típica meditación japonesa. Se realiza por la mañana y por la noche y es la mejor manera de conectar con la energía del Reiki. No pretendemos que se dediquen a hacer esta meditación el resto de sus días. El mundo cambia demasiado rápido para tomar decisiones eternas. Pero sí que al menos mientras estén en los cursos la practiquen. Es una forma de conectar con la energía Reiki.
La postura gasho es sencilla. Siéntese con la espalda tan recta como lo permita su condición física. El mentón ligeramente retraído para que las vértebras del cuello sigan la línea de las de la espalda. Puede pensar durante un momento en que está colgado del punto más alto de su cabeza como si fuera una marioneta. No es imprescindible que se siente a la japonesa de rodillas en el suelo, o que se ponga en la posición del loto a modo de avezado yogui. Si puede mejor, pero una buena silla dura debería servir. Si tiene que practicar tumbado... procure no dormirse. Junte las palmas de las manos a la altura del corazón rozando el esternón ligeramente con los pulgares.
Esto estimula lo que en yoga se llama nervio de la mente y ayuda a relajar la misma. Inspire y espire un par de veces profundamente y suave. Si su postura de manos y cabeza son correctas quizá sienta al cabo de un tiempo la energía de sus dedos estimulando el centro de la frente. Cierre los ojos, olvídese de todo, vacíe su mente (por lo menos inténtelo sin demasiada preocupación, no es especialmente importante el resultado, sí el camino). Diga los principios en voz alta procurando sentirlos.
La postura gasho es sencilla. Siéntese con la espalda tan recta como lo permita su condición física. El mentón ligeramente retraído para que las vértebras del cuello sigan la línea de las de la espalda. Puede pensar durante un momento en que está colgado del punto más alto de su cabeza como si fuera una marioneta. No es imprescindible que se siente a la japonesa de rodillas en el suelo, o que se ponga en la posición del loto a modo de avezado yogui. Si puede mejor, pero una buena silla dura debería servir. Si tiene que practicar tumbado... procure no dormirse. Junte las palmas de las manos a la altura del corazón rozando el esternón ligeramente con los pulgares.
Esto estimula lo que en yoga se llama nervio de la mente y ayuda a relajar la misma. Inspire y espire un par de veces profundamente y suave. Si su postura de manos y cabeza son correctas quizá sienta al cabo de un tiempo la energía de sus dedos estimulando el centro de la frente. Cierre los ojos, olvídese de todo, vacíe su mente (por lo menos inténtelo sin demasiada preocupación, no es especialmente importante el resultado, sí el camino). Diga los principios en voz alta procurando sentirlos.
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